martes, 4 de enero de 2011

SEGUNDO ENCUENTRO MILITANTE

San Rafael, Mza. 14 de diciembre de 2010

2 º ENCUENTRO DE LA MILITANCIA DEL PROYECTO NACIONAL Y  POPULAR.
Sábado 11 de diciembre de 2010
  En la finca de Juan, ya que fue imposible encontrar otro sitio y con una brisa “fresquita” que terminó en ráfagas “cobistas”, el encuentro  resultó mejor  de lo esperado principalmente por lo variado de la concurrencia, el más joven 18 años en el otro extremo más de 80. Alrededor de 30 personas expusimos puntos de vistas, preguntamos, repreguntamos, debatimos en un encuentro enriquecedor y nos quedamos con “gustito a poco”, la natural ansiedad de querer participar después de años de no encontrar el espacio para hacerlo.
 Nuestro convencimiento es cada vez mayor en el sentido de la necesidad de respaldar al gobierno que preside Cristina Fernández de Kirchner, los sucesos de Villa Soldati lo confirman, la aparición de Dhualde en escena lo reafirma. Obviamente estamos frente a un intento de golpe de estado a la manera actual, cabe decir institucional con un importante contenido xenófobo que alimenta el peor lado de los argentinos alimentando la lucha de pobres contra pobres, excluidos contra abandonados.
 En el inicio se efectuaron las presentaciones de los concurrentes quienes expusieron su procedencia y motivación ya que a los participantes al 1 º Encuentro se sumaron nuevos compañeros y esto sigue… el sentimiento común es el crecimiento progresivo de este espacio de militancia.
 A continuación se solicitó a Alberto Gurruchaga, a quien invitamos como motivador del debate, a iniciar una síntesis de lo que el apreciara inicia este Proceso  Nacional y Popular.
   Efectuando un recorrido  en la historicidad del proceso desde el genocidio de los 70 que encubrió el verdadero motivo de la rapiña militar que destruyó al movimiento y a la clase de obrera con la desindustrialización progresiva que terminó con, la entrega del país, la dictadura militar (1976-1983)inició políticas para favorecer la penetración del capital extranjero y la subordinación a los EEUU, la recolonización económico –cultural se instaló decididamente durante los gobiernos de Menem entre 1989-1999. En que una serie de medidas elaboradas por ministros como Cavallo y Dromi a saber:
·         Abandono de la soberanía monetaria mediante la ley de convertibilidad(con el dólar)
·         Privatización de los servicios públicos.
·         Privatización del sistema de previsión social (fuente esencial para financiar jubilaciones y pensiones)
·         La desregulación de los organismos del Estado( principalmente de la Aduana y se los mecanismos de contralor económico y financiero)
·         La apertura de las importaciones masivas sin resguardo de las industrias nacionales
·         La privatización de la renta petrolera a través de la venta de YPF
·         Remodelación de la Corte Suprema de Justicia
·         Renovación de los jueces federales.

Confundir la globalización o la economía de mercado con el desmantelamiento del Estado Nacional y la recolonización del país fue una de las operaciones más sutiles y decisivas para lograr un cierto consenso en la sociedad civil (PEREZ LINDO, A.:2003)
 En la década de los 90 se eliminaron los resortes básicos del Estado y se produjo la marginación de una parte importante de la sociedad, después de 50 años en que el Estado controlaba la economía y la sociedad  nos encontramos en una doble disociación: una economía sin sociedad y una sociedad sin Estado .Se asumió que el estado no debía tener políticas de desarrollo económico-social y se produjo un abandono progresivo de las responsabilidades del Estado que llevó a la desintegración social. Estado Ausente lo denomina Pérez Lindo.
 Ya en 1883 la democracia resurgió con un debilitamiento del Estado de Bienestar y del Estado Autoritario. El gobierno de Alfonsín asumió la tarea de desmantelamiento de toda forma de planificación y conducción estratégica a través del Estado, desmantelamiento y privatización que continuaron Menem y De la Rúa. Se destruyó la capacidad burocrático-técnica acumulada desjerarquizando a los mandos medios y creando una superestructura de funcionarios políticos y técnicos had –hoc.La capacidad operativa y la inteligencia estratégica del Estado quedó reducida a casi nada. Se produjo una atomización y descerebración del Estado (Pérez Lindo, A.:2003)
  Este contexto determinó:
·         El derrumbe de la economía y del sistema financiero nacional
·         La recolonización capitalista de la economía nacional a través del capital financiero internacional, del predominio de empresas transnacionales y de la apropiación extranjera de diversos sectores de la economía
·         La desintegración social, expresada por  la agudización de las desigualdades, el crecimiento de la masa de excluidos, la quiebra del pacto social y la generalización de la anomia.
·         El colapso del Estado Nacional y del sistema público en casi todas las provincias.
 Convengamos que reconstruir el Estado supone una tentativa de descolonización económica, una recuperación de la solidaridad social y una política de crecimiento. Se precisa replantearlas relaciones entre el estado, la sociedad civil y la economía. En otras palabras  se necesita un proyecto nacional y un nuevo pacto social. Esta idea fuerza fue magistralmente pergeñada por el presidente Néstor Kirchner y pretende ser profundizada por nuestra presidenta actual Cristina Fernández de K.
  2003 año del proceso popular en el surge Néstor Kirchner y con él la capacidad de decisión del Estado Nacional para fijar su política económica, esto es crucial la política sobre la economía y no viceversa como hasta entonces.
 Se negocia el pago de la deuda.
 Las variables económicas para recuperar el trabajo en Argentina consisten en un tipo de cambio competitivo y estable para poder producir de manera que se reduzca la importación a favor de aumentar la exportación de productos elaborados en el país, lo cual implica un proceso de aprendizaje para acomodarnos a la competitividad del mundo.
 Otra variable es el freno a la inflación, una inflación suave es aconsejable en los países para su crecimiento, es menester cuidar que no se dispare.
 Se critica al gobierno la falta de políticas focalizadas, pero fue imposible en esa coyuntura.

Desde la óptica del economista Gurruchaga apunta los siguientes problemas:
·         El país no tiene viabilidad social y política si no se industrializa.
·         Ser productor de bienes primarios, también llamados bienes salarios.
·         Si se saca el arancel a la soja se encarecería la canasta básica.
·         Al existir crecimiento económico aumenta el consumo, se incentiva la inversión, hay inflación, si a esto se suman las cadenas monopólicas se agrava el proceso.
·         Falta de acceso al crédito de las PYMES a pesar de las tasas (-)
 Se discuten probables soluciones como:
·         Sociedades de garantía recíproca.
·          Creación de subsidios.
·         Tasas diferenciales para los más retrasados en los pagos.
·         Participación en las ganancias empresariales por parte de los obreros, lo cual resulta doblemente interesante no sólo porque es justo ya que lo menciona la constitución, sino porque los mismos trabajadores controlarían las ganancias que se presume ocultada por parte de la patronal.
·         Una fortaleza que surge: El colapso del neoliberalismo en Suramérica (como le gusta a Miguel) genera espontáneamente  la alineación de casi todos los países en el proceso de recuperación, prueba de ello es UNASUR que eligió a NK secretario general en 2010.

Algo que no debemos olvidar es que el PERONISMO surge de la CLASE TRABAJADORA a la que luego se sumó el sector empresario.
 Tras los avatares que padeció el pueblo argentino la genialidad de Néstor Kirchner consistió en la recuperación del “lazo social”-el vínculo con los demás en el trabajo conjunto alrededor de un proyecto político común- y el mismo tiempo en la satisfacción de las demandas particulares mediante una “tramitación simbólica” de las mismas (Perelló, 2007). El liderazgo kirchnerista radica en su capacidad de “poner norte” a la dimensión personal y la dimensión colectiva de la política, insiste en que la política se incorpore al sistema de representación, deviene que la política ya no es “el arte de lo posible” sino un”saber hacer con lo imposible”, lo que en otro esquema de representación permanecía invisibilizado como la figura de los desaparecidos, y acallado como la voz de los desocupados.
  El kirchnerismo instituye un modo de representación en el que se combinan ambiguamente la representación en tanto autorización que el pueblo hace al líder-al Presidente- y la modalidad de la asamblea que implica una toma de decisiones horizontales entre sujetos que se consideran iguales entre sí, y donde el líder es considerado un par. La reconstitución de una nueva credibilidad en el lazo de representación después de los sucesos de 2001 se vuelve, tanto desde la perspectiva del Presidente como de los sujetos, una tarea necesariamente conjunta (Biglieri, 2007)
 El conjunto de la demanda que desde los acontecimientos del “19 y 20 de diciembre” estaban en estado de latencia esperando que alguien las apropiara y las hiciera parte de un proyecto soberano del pueblo finalmente encontró su expresión en “el kirchnerismo”. Significante vacío que logra condensar toda una serie de demandas particulares y contingentes en un espacio de significación común, el kirchnerismo empieza a ser el nombre de una multiplicidad de sujetos y grupos que encuentran  en él la posibilidad de ser parte de un proyecto reivindicador de la dignidad, la memoria, la soberanía popular y la justicia social.
 En esto radica la persistencia de las huellas del peronismo. En ambos proyectos hay una recuperación de la dimensión simbólica de la dignidad por la transformación del individuo – excluido en ciudadano – trabajador. Su construcción hegemónica tuvo como eje fundamental aunque no exclusivo, la confluencia entre el pueblo y dignidad asociada a la recuperación de una serie de derechos sociales como el trabajo, el acceso a la vivienda y a la educación, pero también a la condición de ciudadanos como participantes activos en la toma de decisiones. De nuevo la recuperación de la presencia del  sujeto que provoca una inversión delas jerarquías  en tanto hace que aquellos que hasta hacía apenas unos años eran considerados “indignos” y sus demandas “inviables”, recuperen su dignidad, su vos y la legitimidad de sus reclamos.
Cuando la primera manifestación pública del discurso de la dignidad tiene eco , su capacidad de movilización como acto simbólico resulta avasallante(…).Esta declaración representa a muchas otras, grita lo que históricamente debió ser dicho en susurros, controlado, contenido, sofocado y reprimido. Si los resultados se asemejan a momentos de locura, si la política que engendran es tumultuosa, frenética, delirante y ocasionalmente violenta está en relación con que los acallados han recuperado la escena pública y tienen tanto que decir que sus voces estallan” (Barbieri, 2007: 135-136)
 La MEMORIA  fue otro elemento fundamental en la nueva articulación que propone el presidente Kirchner (hoy continuado por Cristina). Recuperación de la memoria en tanto demanda insatisfecha por los anteriores gobiernos institucionales, pero también como significante político que permitió recuperar  el pasado, no destinándolo al olvido. En este llamado a la recuperación de la memoria se involucraba a toda la sociedad; es “todo el pueblo” el que tiene que tomar conciencia y asumir su responsabilidad como tarea necesaria para la reconstrucción del país. Sólo saldando esta deuda con el pasado  es que se puede posicionar al pueblo frente al presente. Pasando de una negación de la ausencia a la presencia de lo ausente, retomar la huella de los desaparecidos en el pasado para hacerlos”presentes en el presente”. Esta operación simbólica inevitablemente genera un quiebre frente a las posiciones de gobiernos anteriores donde el olvido y el perdón eran las herramientas discursivas para enterrar la memoria  y dejar a los ausentes en el pasado, como formando parte de una historia que debía quedar atrás.
 El kirchnerismo, por el contrario, emprende una recuperación de la huella en la en la construcción de una nueva identidad  del pueblo que se articula en torno a los significantes, verdad, justicia, igualdad, normalidad, seriedad.
 Otra dimensión importante que mencionamos anteriormente como fortaleza es la demarcación de una frontera, la provocación de una ruptura que delimita el espacio del “nosotros”-“el pueblo argentino” y el “ellos”- “los enemigos del pueblo” que para el kirchnerismo se nucleaban elel FMI, el ALCA, “la mayoría automática” de la Corte Suprema de Justicia, las empresas multinacionales representantes de intereses privados, la administración corrupta de los años noventa, los gobiernos democráticos anteriores que promulgaron el olvido y el perdón de los crímenes de lesa humanidad, etc..
 La otra dimensión implica la recomposición del campo simbólico a partir de la rearticulación los significantes de la memoria, derechos humanos, justicia, verdad, trabajo y dignidad.
 En resumen ruptura – recomposición, provocación de desorden – reconstrucción de un nuevo orden. El kirchnerismo explota la dimensión del conflicto, no como un rasgo negativo sino como parte inevitable de la construcción política, la construcción hegemónica es de permanente actualización ya que “las líneas divisorias que circunscriben al pueblo están continuamente deslizándose y (re) armado el espacio político “(Canoni, 2007:158)[i]


Finalmente se nominó a este espacio político como “ENCUENTRO MILITANTE CRISTINA 2011”













[i] Algunos conceptos de BIGLIERI, P Y PERELLÓ, G, En el nombre del pueblo. La emergencia del populismo kirchnerista. En la revista Política y Gestión nº 11-Julio 2009.

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